Mientras terminaba de
bañarme, se coló por la ventana la luna llena, siempre que la veo genera en mi
una atracción natural que me gustaría tocarla. Abrí la refrigeradora y saqué un
pedazo de pizza que me dejó Maryan la gringa que conocí ayer en la disco del
Indio, donde tocó mi grupo preferido de música rock en quechua. Mientras
disfrutaba de la pizza calientita me llamó el loco Rodriguez al celular. “Oye
jausa porque no jalamos al centro, a la plaza al barrio de San Blas, tengo una
nueva que contarte”, me dijo en tono inquieto y misterioso, normalmente el Loco
Rodriguez no tenía nada que contar y acepte el encuentro en la plazoleta de San
Blas a la media noche. Nos encontramos a la hora pactada, mientras iba acercándose
el Loco Rodriguez fumaba de su pipa en forma de demonio un poco de yerba santa.
Cuando nos saludamos le pedí que me invitara y juntos dejamos de sentir ese
frio molesto en la garganta. Mientras subíamos por las escalinatas de piedra
que nos llevarían al mirador, procedió a contarme lo ocurrido, fue
estremecedor.
“Oye jausa, a que no sabes
lo que me paso ayer, como de costumbre salí con la banda de Rock Metal The San Blas, y nos fuimos a tomar unos
tragos de te piteado en el Duende de calle Tigre, cuando de pronto ingresaron
unas hermosas mujeres rubias y de ojos preciosos, quienes se sentaron junto a
nuestra mesa. Al cabo de media hora uno de mis amigos le había hecho
conversación con la guitarra y lo del grupo de música, al final hicimos una
mesa común. Pedimos bastante te piteado y ellas aceptaron invitarnos un poco de
yerba santa. Fumamos y reímos un montón. Las flacas nos contaron que eran de Transilvania,
un pueblo Rumano, donde se tejen todas esas historias de vampiros y hombres
lobos. Nosotros nos quedamos maravillados con su cultura, cantaron preciosas
canciones y narraron paisajes hermosos donde se levantan majestuosos castillos
y abundan las minas de sal.” Concluyó El Loco Rodriguez. “Y que de
extraordinario tiene eso, yo estuve la otra vez en mi departamento con una
Egipcia y me contó sobre las momias y los faraones , ya sabes que nosotros
tenemos la suerte de conocer todo tipo de gente porque el Cusco es cosmopolita,
para nosotros ya nada es sorprendente”, le dije. Pero de pronto sus ojos se
congelaron mientras observaba la luna llena en lo alto del cielo, tan alta que
iluminaba al CRISTO BLANCO de SACSAYHUAMAN con tanta potencia que parecía que
iba volando. “No se trata de eso, sino del hombre…del hombre lobo jausa”, al escucharle pronunciar
aquella frase me dio un ataque de risa tal que no paré en quince minutos hasta
recuperar la calma. El Loco amenazó con irse sino lo dejaba continuar. “Cuando
las rumanas se pusieron calenturientas les ofrecimos tocar un concierto privado
en su habitación, las cuales gustosamente aceptaron,
especialmente cuando El Pipo empezó a besar a una apasionadamente, esas cosas
les gusta a las crudas tu sabes como les enloquece”, concluyó el Loco Rodriguez.
Aquella historia no me parecía nada extraordinaria, sin embargo cuando escuché
la siguiente parte me di cuenta que había subestimado al Loco Rodriguez y que
mi concepción de la realidad del Cusco ya no sería la misma…….
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