CALLE PROCURADORES CUSCO PERÚ

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CUSCO CITY, IT NEVER WAS MORE EXCITING ¡¡¡¡¡¡¡...

miércoles, 29 de febrero de 2012

LA MESA DIABÓLICA (TERCERA PARTE)

SIETE DIABLITOS -SAN BLAS-3

Cuando llegó las tres de la mañana estábamos felices.

Romina procedió a invitarnos un poco de lo que ahora era su yerba. Rosario por su parte ahora bebía cerveza en mayores cantidades.

-“Muy bien señores como les comentaba al parecer todo fue un engaño para poseer nuestros hermosos y bellos cuerpos”, Dijo risueñamente Romina mientras encendía otro cigarrillo.

-“Por mi parte ¡po!, he escuchado desgarradores gemidos que diga gritos. Dijo esta vez Rosario entre risas.

-“Así como efectivamente la mesa tembló, que digo vibró cachay”. Más risas. Agregó una vez más burlonamente Rosario. Más risas.

-“Pero lo que no saben es que este par de hembritas ¡po!, somos más que hembritas” añadió seriamente Rosario.

-“Este par de hembritas ahora tienen mucha hambre”. Dijo Romina mientras sus ojos se mutaban en forma reptil.

Cuando de pronto Rosario y Romina iban despellejando su forma, mostrando sus ojos incandescentes, y sus colmillos filudos. De pronto su cabellera se esparció sobre el piso y sus lenguas se estiraron hacia nuestros cuellos rodeandolos y extrangulandolos en breves instantes.

Fue entonces que recordé aquella leyenda de “un grupo de bestias” camufladas en piel de hombres vestidos de negro que recorrían todo Sudamérica tocando guitarras y violines vestidos de negro en las calles y plazas públicas, para luego a partir de la media noche devorar a los parroquianos más incautos, entre ellos prostitutas, borrachos, drogadictos y don Juanes incautos como nosotros.

“El Loco Rodríguez”, felizmente siempre andaba armado, porque en Cusco, en Cusco nunca se sabe cuando estarás caminando al costado de un vampiro, de una bestia come hombres, o de un árabe caníbal y otras tantas especímenes que recorren la noche, claro entre ellas borrachines pendencieros o pirañas y ladrones, pero estos están en extinción a causa de los primeros.

“El loco Peter Rodríguez”, sacó su arma y les dio un balazo a cada una justo en mitad de los sesos, estos se esparcieron manchando las paredes y nuestros rostros impregnandolos de abundante masa viscosa blanquecinas.

La puerta se abrió súbitamente, era Rubén.

-¿Qué paso pendejos?, ¿porque tanto escándalo?, afuera la gente está sobresaltada… ¡las mataron!, ¿pero por qué si estaban mejor que el pan esas dos preciosuras? Dijo Rubén mientras miraba los cuerpos deformes y escamosos estirados sobre el piso.

"Estaban, tú lo dijiste ....estaban", respondió el Loco Peter mientras se limpiaba el rostro con el mandil de Rubén. Cuando le explicamos lo sucedido nos contó que en el Bar de Guillermo en la Calle “Siete Angelitos” hubo un caso parecido la semana pasada con un par de hembras de similares características, pero con un fatal desenlace, habida cuenta que en aquella reyerta murió el Chino “Paco”, amigo de la infancia de Rubén, junto a un espécimen de estos malnacidos.

"No sé cómo harán pero esta peste la quiero fuera de mi local, después el Municipio anda diciendo que aquí asesinaron un par de turistas muy respetables y me hacen de mala fama y me cierran el negocio". Nos advirtió Rubén mientras se limpiaba la frente llena de sudor con su clásico pañuelo a cuadros.

-No te preocupes que “el Loco Rodríguez” y yo nos encargamos de eso. Le dije mucho más calmado.

-Oigan ¿y a las tres de la mañana no salió el demonio de la mesa?, preguntó Rubén.

-No, nada, eso nos pareció muy extraño porque justo a esa hora después de habernos cogido a las hembritas, mejor dicho a los monstruos, se suponía que tenía que salir del interior de la mesa.

“El loco Rodríguez” miró profundamente el alba mientras fumaba un cigarrillo. “Lo que sucede es que ese demonio pendejo se dio cuenta, se dio cuenta de la presencia de estas dos bestias y no salió, ellas más al contrario nos sedujeron, nos cansaron y se hicieron con nuestra energía, un poco más y me faltan fuerzas para disparar mi revolver. Por otra parte te diste cuenta de lo que dijiste…dijiste que estuvimos cogiendo con los monstruos”. Concluyó sobresaltado.

-“¡Monstruooooosssssssssssssssssssssssss….que ascooooo!”. Gritamos al mismo tiempo.

-“Vamos a bañarnos qué tal si se transmite la mutación como en las películas”

-“No creo, las películas son las películas, esto es la realidad, esto es Cusco”

-“Vámonos corriendo que siento mi pene pegajoso”

-“El mío se está volviendo verde”

-Oigan cagones de porquería y ahora quien me limpia el local, gritó Rubén muy molesto a lo lejos, mientras ibamos descendiendo corriendo la cuesta de San Blas.

LA MESA DIABÓLICA (SEGUNDA PARTE)

SIETE DIABLITOS-SAN BLAS-2

La mesa rojísima lucía impecable, tomamos asiento. Nuestras amigas se mostraron mucho más incrédulas.

-Viste, así que vos me decís que esta es la famosa mesa diabólica, ja, ja, ja ya perdiste tu yerba. Dijo Romina mientras prendía un cigarro de tabaco.

-¡¡¡¡Miraí que cosas no¡¡¡¡¡¡¡, la verda , la verda, este cuento esta pa más chicos po, esto es una burla. Dijo Rosario nuestra amiga chilena mientras ordenaba un par de cervezas a su cuenta.

Cuando mi amigo “El Loco Rodriguez”, miró su reloj faltaba aún un par de horas para las tres de la mañana.

Nuestras amigas rieron aún más cuando les explicamos que la hora del diablo era a las tres de la mañana, más conocida como “la hora nona”, ya que representaba una burla hacia la hora en que murió Cristo en la cruz, que era las tres de la tarde.

-Me decís que tendremos que estar aquí fumando y bebiendo dos horas más, mirá que en cualquier quilombo sería impresionante, pero aquí sólo podemos beber, ¿me entendés?, que si bebemos y bebemos te aseguro que Rosario y yo, terminaremos re-pero re-mareadas, y allí si verán, no a un demonio, sino a dos demonias que quedran hacerles cositas ricas ¡viste papi!, dijo Romina mientras me empezaba a besar el cuello y los labios.

De igual forma “El Loco Rodriguez” empezó a acariciar el cuerpo y a besar los labios de la hermosa Rosario.

Las horas pasaron, y de pronto la mesa empezó a temblar, por un momento me asusté, “es el diablo” , grité sobresaltado. “Si es un diablo”, grito embargada de placer Rosario mientras “El Loco Peter Rodriguez” la hacía vibrar contra la mesa. Romina y yo reímos como locos. “Son unos depravados” dijo Romina mientras me empezaba a realizar sexo oral.

De pronto ingresó súbitamente “El Pipo” a nuestro apartado:

-Faltan quince minutos para las tres de la mañana, miren no se ustedes pero yo cerraré el pasadizo porque no quiero que mis clientes se asusten con los gritos y tembladeras de esa mesa diabólica, ¿ustedes se quedarán aquí para tener contacto o se irán? Concluyó “El Pipo” mientras se limpiaban el sudor de la frente con un pañuelo a cuadros color azul.

“El loco Rodríguez”, mi amigo, se paró súbitamente, dejando al descubierto los dos buenos senos de nuestra amiga Rosario y abrochándose el pantalón se dirigió hacia “El Pipo”, el dueño del local, y le dijo:

-Dime Pipo, ¿cuándo te he dicho que no?.... ¿cuándo me has visto salir como un cobarde gritando de este lugar?

-“Muchas veces”, respondió en tono muy serio El Pipo.

-Bueno te prometo que esta vez será diferente.
(Continuará...)

LA MESA DIABÓLICA (PRIMERA PARTE)

SIETE DIABLITOS-SAN BLAS-1

No había nada nuevo en la ciudad. Las tejas rojizas y las piedras se doraban con el sol intenso de la tarde, mientras turistas ingenuos, bonachones y desconfiados circulaban por la plaza de Armas y calles aledañas, tomando fotografías para el recuerdo. Las llamas, las señoras nativas ofreciendo sus chucherías a los foráneos y las jovencitas “masajes” calientes a los transeúntes.

La tarde fue cayendo, y me dispuse a llamar a una de mis amantes, una que trabaja en turismo, rápidamente nos encontramos en la calle plateros, la besé, tome de su mano y nos fuimos caminando con dirección a la calle “Saphy”, donde administra un hotel.

Seis de la tarde, estábamos felices, su cuerpo me gustaba demasiado, y luego de hacer el amor, nos duchamos con agua caliente. Sonó su celular, y de pronto se marchó de la habitación. Con ella nunca se sabe, lo hacemos y se marcha, o me marcho yo. Así funcionan las cosas entre los dos.

De pronto llegó las siete de la noche, detesto comer solo, así que decidí llamar a mis amigas Patricia, Alcioné y a Dyana, pero todas me dijeron que no. No sé, pero cada vez que intentó salir con alguna de mis exs, es más difícil. Creo que como ya no existen estímulos sexuales o de romance entre nosotros ya no les intereso. La primera que siempre está con gripe o en casa de una de sus amigas, al final me sale con que nos veremos el domingo, y ese domingo nunca llega. La segunda me sale con que tiene una reunión sólo de mujeres y se está alistando para eso. La tercera que no contesta así le llame un billón de veces seguramente estaba bien metida en su mundo entre sabanas y sudor con otro.

Felizmente cuando me disponía a ingresar a una juguería de la calle Marqués, mi celular timbró, se trataba de “El Loco Rodriguez”, con quien pactamos encontrarnos en la plaza San Francisco. Mientras lo esperaba me hice amigo de un grupo de Chilenos que estaban tocando música clásica en la calle Marqués, con violines, guitarras, y charangos, realmente me gustó mucho su música, como la chilena de mirada bonita que se dio cuenta de que me atraía y a la vez me sonrió.

De pronto recibí una palmada sobre la espalda, se trataba de mi amigo “El Loco Rodríguez”.

-Está linda la chica ¿no?, me dijo leyendome el pensamiento.

-Si, tienen la mirada dulce, es chilena.

-Chilena la hembrita, entonces háblale culeao.

-En eso estoy, en eso estoy…que acaben de tocar y nos acercamos cachay. Concluí.

Cuando recolectaron el dinero de los espectadores dentro del estuche de las guitarras, me acerqué a ella mostrando mi mejor sonrisa. Nunca falla una buena sonrisa.

Al cabo de un par de minutos nos encontrábamos departiendo un par de jugos y unas hamburguesas en el sack Baduu! ubicado entre Marquez y Heladeros, “El loco Rodríguez” babeaba mientras no dejaba de mirarle los senos.

De pronto la invité a acompañarnos al bar “El Búfalo Negro”, ubicado en calle Arco Iris, pero ella prefirió llamar a una de sus amigas para no sentirse sola. Cuando esta llegó, después de media hora, nos percatamos que se trataba de una argentina preciosa, una chica simpatiquísima de mirada clara, de contextura delgada que no pasaba del metro sesenta.

Fuimos al “mirador de San Blas”, y al mirar la ciudad desde allí, “el Loco Rodríguez” sacó un cigarro con yerba mágica de la buena y nos pusimos a fumar por una hora. Reímos a carcajadas, mientras la argentina contaba cada chiste de chilenos, mientras la chilena contaba cada chiste de Argentinos, que no parabamos de reir ni un solo segundo, si embargo ambas se incomodaban cuando contábamos chistes de argentinos y chilenos. Al final todos la pasamos chevere.

Cuando las chicas empezaron a bostezar inmediatamente les ofrecimos hacerles participes del encuentro con “la mesa diabólica de la sabiduría”. Ellas nos miraron como enfermos, no entendían nada. Les explicamos que había un bar, en la “calle Siete Diablitos”, en cuyo apartado número tres tenía una mesa de siete patas, una mesa roja larga enorme que estaba poseída. Nuestras amigas rieron a carcajadas, nos trataron de tarados, nos dijeron que no estaban para cuentos de chicos, que seguramente se trataban de puras habladurías. Y las retamos.  “El Loco Rodríguez” sacó de uno de sus bolsillos inmediatamente una bolsa llena de mariguana y se la dio a nuestra amiga argentina, que era la más incrédula, era de suponerse, disque “porteña” ella, de ciudad grande, de Buenos Aires.

-Mira, si no pasa nada, te la obsequio, ¿te parece? Dijo seriamente mi amigo el loco Rodríguez.

A Romina, la argentina dicha oferta le pareció fabulosa y aceptó.

“Rubén” nos esperaba en la puerta su bar mistico ubicado en la calle Siete Diablitos, donde previa cordinación ya nos había reservado la mesa.

Cuando ingresamos, todos los asistentes estaban borrachos, las gringas corpulentas, bailaban encima de la barra mostrando sus atributos europeos, mientras un par de gringos miraban a todos con soberbia y cierto aire de desconfianza.

Una vez que ingresamos en el apartado número tres, la mesa lucía como de costumbre, imponente con sus patas talladas evocando las figuras de angeles y demonios librando una sangrienta batalla, la cual se mostraba más rojísima que de costumbre sin perder ese brillo potente que la hacia lucir sumamente impecable. "Hace tres años que no la veía", pensó el Loco Rdoriguez….(continuará)

martes, 14 de febrero de 2012

LOS ARABES CANÍBALES (UNICA PARTE)

Después de una semana ardua de trabajo, decidí sumergirme en la vorágine infernal de un viernes por la noche en la ciudad del Cusco. Con mi pipa viajera fumé un par de tronchitos de mariguana en el mirador de San Blas, e intercambié un par de palabras con una extrajera norteamericana quien andaba de paso por estos lugares tan relajantes. La noche llegó de pronto y sentí que era momento de convertirme en aquél ser solitario y lujurioso del cual a veces tengo miedo y al cual respeto. Me le acerqué y le dije: “Porque no te muestro los lugares de la ciudad dancing, drinking, tú me entiendes”, le propuse a la gringa la cual mostrando una sonrisa cómplice aceptó de inmediato. Ingresamos a una de las discotecas que queda al costado del Mc Donald descubriendo un mundillo lleno de árabes, israelitas, musulmanes, judíos,aquello parecía un pasaje de las películas que transmiten los canales de tv en semana santa. Muchos bailaban moviendo el cuello y mirando al techo, sus hermosas mujeres se paraban sobre la barra mientras sacudían sus exuberantes cuerpos. La noche llegó a su clímax cuando empezamos a beber un par de cervezas bien heladas. Mi acompañante empezó a girar y girar mientras oía la música árabe. Un "trans" muy fuerte y elevado, daba muestras que por un segundo nos habíamos transportado a una discoteca de Israel o a la de alguna localidad de medio oriente. De las gradas y del balconcillo del segundo piso coreaban la letras de la canción en su idioma natal, aquella música de los israelitas, árabes era mágica mientras de sus gargantas emanaban a manera de sonidos guturales relajantes frases y canticos sin iguales.


Mi acompañante empezó a beber mucho más y yo que no paraba de apreciar su exuberante belleza mientras mi despertar sexual empezaba a ser cada vez más contundente entre su delineada figura y sus carnosos senos. Un par de minutos pasaron y las luces se apagaron, de pronto entre el bullicio se escuchó unos gritos macabros cuando distinguí en el segundo piso a una multitud quienes adoptaban posturas de bestias cuadrúpedas, mi acompañante al igual que yo sintió mucha curiosidad y subimos al segundo piso, pero nos detuvieron un par de árabes. “Queremos ir al baño”, dijo la gringa, pero ambos se negaron “Cinco minutos, esperen cinco minutos”, dijeron en un español mal hablado. De pronto al levantar la mirada observé como una turista española era devorada por un grupo de árabes con el torso desnudo, en cuestión de minutos aquella pelirroja sensual terminó hecha añicos mientras se desangraba y gritaba “¡ostias!, ¡ostias!” El resto observaba aquello al borde del éxtasis y el desenfreno. Del segundo piso empezó a gotear sangre, y las árabes abrían sus sensuales bocas mientras con la lengua recibían el líquido rojizo para proceder a besarse apasionadamente. Mi acompañante quedó consternada con lo ocurrido, la abracé fuertemente hacia mi pecho “let´s go!, let´s go!” era lo único que me decía entre un par de lágrimas, pero a mí no me importaba. Los árabes caníbales eran muy conocidos en el medio cusqueño por tragarse a sus víctimas, latinas, europeas, negras y asiáticas entre las que figuraban con más frecuencia. Las seducían en el primer piso, las enamoraban con la mirada, posteriormente las engatusaban y endulzaban con palabras y bailes sensuales, luego de ofrecerles ingentes cantidades de alcohol y drogas las llevaban al segundo piso y cuando la pobre víctima creía que se iría a la cama con algún galán, estos aprovechaban y en grupo la destrozaban a puro mordisco. Mi acompañante estaba sollozando mientras sus voluptuosos senos se pegaban a mi pecho, me excité y no dudé un sólo segundo en hacerla mía, así que guiñándole el ojo a un árabe le sonreí en franca complicidad. Ellos ya me conocían, muchos me confundían con ellos, desde que me hice crecer la barba y el cabello. Prácticamente me asimilaron culturalmente, y no era difícil de hacerlo ya que sus mujeres son las más hermosas de todas las turistas que por estas tierras se conocen, muchas de ellas me sedujeron varias veces y acabe en la cama con varias. Aprovechando la flaqueza de la gringa, le susurré un par de palabras al Árabe, el cual inmediatamente la señaló con el dedo acusador, “quieren que subas ahora, ahora puedes subir” le dije inmediatamtente al oído de la gringa, ella quedó aún mucho peor, me sujetó e intentó jalarme hacia la puerta de salida. Entonces le dije que la única forma de que saliera viva era si les decía que era mi "hembra", ella aceptó inmediatamente dijo: “soy su hembra, no me maten” dijo la de cabellos rubios. El árabe sonrió y pidió un acto de prueba. Ella inmediatamente me besó, “No es suficiente, tu estas mintiendo, y si tú mientes, tú mueres” dijo el árabe, mientras le guiñe el ojo nuevamente. Felizmente llegó uno de sus amigos y entendió nuestra jugada.“No, tú no eres la hembra de él, tú estás mintiendo, tú morirás si no tienes sexo con él en el baño”, dijo el segundo árabe en tono muy serio, quien de paso era más amigo mío que el anterior. Inmediatamente subimos los cuatro al baño, entro primero la gringa después yo, me bajé los pantalones y me hizo sexo oral, mis amigos vieron aquello con alegría, posteriormente acaricié sus enormes senos y me masturbe con ellos, para después voltearla y encularla contra el tanque del baño ella se calentó y dio rienda suelta a sus bajos instintos. Ellos al ver todo aquello me guiñaron el ojo e inmediatamente tomaron mi lugar, cada una la atravesó placenteramente, la gringa tenía buenas nalgas, ella segundos después se percató  de que no era yo el que ahora la poseía por el ano, pero no le importó, A ELLA LE INTERESABA SALIR VIVA DE AQUEL LUGAR. El otro también procedió a hacerla suya, pero a ella tampoco le interesó, mientras gemía y gemía de placer. Al cabo de una hora ella se vistió y limpió su cuerpo mientras yo agradecía a mis amigos por el favor que me hicieron afuera. Ambos rieron mientras una de las árabes me miraba molesta, era una de mis amantes, pero la ventaja es que ellas entendían cómo funcionaban las cosas en Cusco. Cuando la gringa salió del baño apretó fuertemente mi mano y descendimos las escaleras y nos fuimos. La acompañe a su hotel que quedaba en la Calle Procuradores y me dijo que jamás pensaba regresar al Cusco, que aquello era un inferno. “Como es posible que ellos maten a una mujer eating a woman, y nadie hace nada, yo denunciaré esto a las autoridades de mi país, yo te agradezco por salvarme la vida, no sé como agradecer”.

Una vez en su hotel, bajo de su habitación y abrió una billetera de la cual me entrego tres mil dólares, yo por mi parte estaba muy feliz. “Yo estoy confundida, me gustó mucho el sexo con ustedes, pero no gustarme mi vida en peligro, yo denunciar esto en mi país”. Yo también le agradecí por su hermoso cuerpo y su belleza, tenía ganas de volvér a cogermela en su habitación, pero sólo la besé y me despedí. Inmediatamente fui a la discoteca y les advertí a mis amigos caníbales sobre las intenciones de la gringa, inmediatamente me pidieron la dirección del hotel donde estaba hospedada, sin pensarlos dos veces se los di. Ella jamás regresaría con vida a su país. Los ARABES CANÍBALES SE DIERON UN DELICOSO FESTIN.

lunes, 13 de febrero de 2012

LOS HONGOS MALDITOS (UNICA PARTE)

En la “Calle Procuradores", de la ciudad del Cusco - Perú, se posicionan a partir de las ocho de la noche dos bestias de ultratumba, disfrazados de vendedores de comida o vigilantes, los cuales cubren sus rostros con un par de gorras o chullos de colores llamativos quienes inmediatamente capturan a los EXTRANJEROS y transeúntes incautos que andan en busca de mujeres y placer sexual, sin embargo les ofrecen drogas para despistarlos.
Una vez un turista holandés ansioso de lujuria y noche desenfrenada, intentaba conquistar a un par de latinas sensuales de senos descomunales y nalgas desbordantes y pulposas, pero cuando iba detrás de ellas, fue interceptado por uno de los guardianes infernales, quien inmediatamente se le acercó a ofrecerle unos HONGOS. El holandés no sabía a qué se refería, estaba un poco pasado de copas y creyendo que le estaba ofreciendo mariguana, aceptó el producto pagando un par de dólares. Lo sorprendente fue que el guardián infernal al entregarle los hongos de cabezas rojas con manchas amarillas inmediatamente desapareció. El extranjero miró por todas partes pero no había señales de nadie más que él.
En procuradores hay horas en que parece que uno se quedara absolutamente solo en medio de la calle. Cuando revisó sus bolsillos el par de dólares que había pagado por los hongos aún seguían allí, esto lo desconcertó aún más. La belleza de los hongos lo obnubiló y dejó de lado sus deseos sexuales e inmediatamente procedió a comerlos. Unos mareos lo llevaron en retroceso como un torbellino desenfrenado a danzar en medio de dulces melodías de charango, quena, y zampoña, la música andina lo cautivó y sus pies empezaron a elevarse. Los escasos transeúntes que lo vieron elevarse mientras danzaba se aterraron y nadie se animó a acercárse. Aquello era algo inexplicable, un par de vendedoras de “yucas fritas y papas rellenas” inmediatamente se persignaron y empezaron a rezar mientras el "GATO CON BOTAS" no paraba de reír alocadamente, pues creía que uno de sus hijos estaba dándole vueltas al holandés. El holandés se elevó tanto que se perdió en la profundidad del cielo oscuro.
Al día siguiente salió en los periódicos el siguiente titular: *Turista holandés amaneció abrazado de la cabeza del "Cristo Blanco" de Sacsayhuaman*. Nadie se explicaba cómo había llegado a aquella altitud sin una escalera. Los bomberos tuvieron que ayudarlo a bajar con una escalera mecánica. El "Gato con Botas" reía mientras tomaba desayuno en un restaurante de la calle procuradores, y observaba la fotografía impresa en el periódico que sujetaba un turista español, la mism que mostraba al holandés sujetado del rostro del Cristo Blanco con una expresión de miedo u angustia sin par.
"Los guardianes infernales volvieron a hacer de las suyas. A los  guardianes infernales de la "Calle Procuradores" no les agrada cuando un holandés o cualquier extranjero intentan gozar de la carne de sus mujeres", valvuceaba el Gato con Botas mientras salía del restaurante.

domingo, 12 de febrero de 2012

EL GATO CON BOTAS (TERCERA PARTE)

Cuando el “Gato con Botas” abrió los ojos se encontraba desnudo, con un pedazo de pizza en la boca y un fuerte dolor de cabeza. Fue al baño y no recordaba nada de la noche anterior. Buscó a su esposa por todas partes, pero tampoco estaban sus hijos. Cuando se dirigió a la cocina encontró una nota que decía: “Bastardo, espero te pudras en el infierno, me voy con mis hijos, donde nunca más podrás encontrarnos, nos vemos en el infierno cabrón”. Inmediatamente destrozó la nota en mil pedazos y chancó su cabeza contra la puerta de la refrigeradora. Sintió un profundo malestar, los había perdido una vez más y al parecer esta vez era para siempre. Se vistió y dirigió al bus de transporte público en busca del hostal donde estaba hospedado su amigo “El Puma”. Tocó la puerta y nadie le abría, pero no podía evitar escuchar unos gemidos.  Se vio obligado a forzar la puerta  Cuando ingresó quedó impactado con lo que veía, era su mujer quien se eocntraba en posición perrito mientras su amigo "El Puma" se la montaba estrepitosamente por el culo.“¡Maldita perra!, y tú ¡remedo de amigo!, ¡los dos son unos bastardos!, ¡los mataré!” "El Puma" enfundó un revolver contra "El Gato con botas" y le disparó en la pierna, antes que éste último diera rienda suelta a sus bajos instintos de asesino. Ella se vistió mientras sollozaba y temblaba, el puma hizo lo mismo y se largaron del lugar. Unas sirenas se escucharon a lo lejos. "El Gato con Botas" intentó seguirlos pero fue imposible con la pierna herida. El dueño del hostal al ver como manchaba de sangre los pasillos de un palazo lo desmayó. Cuando el gato con botas abrió los ojos se encontraba en la delegación de policías, habían encontrado bolsas de mariguana y crack en la habitación, y le atribuían la propiedad. Él lo negó todo, pero los policías empezaron a rellenarlo a golpes hasta que perdió la conciencia entre vómitos con sangre. Inmediatamente lo deportaron a la ciudad del Cusco. Salió de prisión gracias a la colectividad de amigos y conocidos que tenía en el Cusco quienes pagaron una fianza y contrataron a  "buenos abogados"que hicieron valer sus beneficios penitenciarios.  "El Gato con botas" desde entonces nunca más volvería a ser el mismo. Volvió a las andanzas, la profunda depresión lo conminó al sótano de las drogas y el vicio enquistado en la calle Procuradores. Él siempre recuerda a sus hijos, y frecuentemente los puede ver cuando se encuentra en uno de sus viajes causados por alguna droga. El intenta abrazarlos mientras ellos se ríen y esconden dentro de alguna pizzería o restaurante de la calle Procuradores del Cusco. No obstante él aún cree que se encuentra en alguna callejuela de Amsterdam y si se pone violento es que ha vuelto ha escuchar los gemidos de sus mujer siendo poseída descomunalmente por su ex amigo “El Puma”.

jueves, 9 de febrero de 2012

EL GATO CON BOTAS (SEGUNDA PARTE)


LOS PROBLEMAS REGRESARON. "EL PUMA" TENIA FUEGO EN LA MIRADA, ERA INCREIBLE, NUNCA HABÍA VISTO TAN BUENAS GRINGAS EN LAS CALLES CULONAS Y TETONAS, RUBIAS, BLANCAS PARECIAN DIOSAS EXUBERANTES Y POR MONTONES. "LA ESPOSA DEL GATO" AL PRINCIPIO CREIA QUE LA VISITA DEL PUMA ERA SOLO POR DIVERSIÓN. PERO ELLA SE EQUIVOCABA. CIERTO DÍA DESPUÉS DE REGRESAR DE SU TRABAJO ENCONTRÓ A SUS HIJOS EN LOS VIDEO JUEGOS COMPLETAMENTE ABANDONADOS A SU SUERTE. ELLA PIDIO PIZZA PARA ENTRETENERLOS. NO HABÍAN CENADO Y ERA CASI MEDIA NOCHE. SE SUPONÍA QUE "EL GATO CON BOTAS" TENDRÍA QUE CUIDARLOS. ELLA SE DECEPCIONÓ . A LAS TRES DE LA MAÑANA LLEGÓ "EL GATO CON BOTAS" EN UN ESTADO DEPLORABLE ENTRE DORGADO Y EBRIO. NI BIEN INGRESÓ VIO A SU ESPOSA CLAVANDOLE LA MIRADA DE DESPRECIO, PERO ÉL INMEDITAMENTE ANTES DE ESCUCHAR EL SERMÓN SE LLEVÓ LA MANO AL PENE Y EMPEZÓ A SODOMIZAR A SU MUJER CON MUCHA VIOLENCIA, ROMPIENDOLE LA FALDA, LA ROPA INTERIOR Y PENETRANDOLA POR EL ANO, AL MOMENTO DE TERMINAR DE EYACULAR LOS PLATOS Y UTENSILIOS DE LA COCINA SE CAYERON SOBRE EL PISO HACIENDOSE PEDAZOS. AL FINAL ELLA QUEDÓ DESNUDA Y LLOROSA SOBRE EL PISO. EL LEVANTÓ UN PEDAZO DE PIZZA DEL MUEBLE QUE ESTABA FRENTE AL TELEVISOR Y SE HECHÓ A DORMIR SOBRE LA CAMA DE SU CUARTO. LA CULPA DE TODO LA TENÍA "EL PUMA" Y LA DEBILUCHA FUERZA DE VOLUNTAD DEL GATO CON BOTAS CON LA QUE SE HABÍA DADO INTEGRAMENTE A LAS DROGAS Y AL ALCOHOL, AQUELLA NOCHE DE SABADO, EN UN CLUB DE AMSTERDAM.